El Celta sumó el año pasado cinco partidos seguidos invicto en LaLiga como local. Fueron dos victorias y tres empates consecutivos en Balaídos. Cifras que poco a poco fueron oscureciéndose. Por su lado, el Villarreal registró hasta nueve derrotas como visitante en competición liguera. Números algo pobres para un equipo que suele registrar buenos resultados.