Redacción deportes, 9 dic (EFE).- La selección noruega femenina de balonmano, vigente campeona olímpica y continental, dio un nuevo paso hacia la triple corona, tras certificar este martes su clasificación para las semifinales del Mundial de Países Bajos y Alemania al imponerse por 32-23 a Montenegro en los cuartos de final.
Un triunfo que las nórdicas, plata en el Mundial disputado hace dos años, dejaron encarrilado al descanso como reflejaron los ocho goles de ventaja (19-11) con los que las de Ole Gjekstad, que cuentan por goleadas su partidos en el torneo, concluyeron la primera parte.
Diferencia incomprensible sin la sobresaliente actuación, una más, de la lateral Henny Reistad, que no erró ni uno solo de los seis lanzamientos que intentó en el primer tiempo.
Cifras que no aplacaron la voracidad de Reistad, elegida mejor jugadora del mundo por la Federación Internacional los dos últimos años, que sumó otros tres tantos en los segundos treinta minutos de juego, pese a fallar dos lanzamientos.
Una segunda parte en la que el seleccionador noruego dio minutos en ataque a la 'cañonera' Nora Mork, durante años la gran estrella del equipo nórdico, que tan sólo salió en la primera mitad a lanzar un penalti.
Minutos que Mork, máxima goleadora de los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Tokio 2020, agradeció anotando tres dianas más, una de ellas desde los siete metros.
No necesitó, por contra, la selección noruega una sobresaliente actuación de su tercera gran referencia, la veteranísima portera Katrine Lunde, de 45 años y que pondrá fin a su exitosa carrera internacional a la conclusión del presente Mundial, que firmó cuatro paradas en el primer período.
Las mismas que logró Eli Raasok en una segunda parte en la que Noruega, que llego a ganar hasta por doce goles (25-13) de ventaja, se vio obligada a levantar el pie del acelerador, lastrada por las exclusiones que vio en la reanudación y que hicieron perder a las nórdicas la concentración.
Una circunstancia que no impidió a Noruega certificar su pase a las semifinales, en las que se medirá el próximo viernes en Róterdam con el ganador del duelo de cuartos entre Países Bajos y Hungría, por un contundente 32-23.
Tampoco falló Alemania, que hizo valer su condición de anfitriona y selló el billete para las semifinales, en las que se medirá con el ganador del duelo entre Dinamarca y Francia, tras imponerse este martes por 30-23 a Brasil.
El conjunto germano, que como Noruega cuenta por victorias sus partidos en el campeonato, se mostró claramente superior al equipo brasileño, campeón del mundo en el año 2013, que hipotecó casi cualquier oportunidad de acceder a las semifinales con un gris arranque de partido.
Tal y como reflejaron los cinco goles de ventaja (8-3) con los que contaba a los doce minutos de juego una Alemania que, liderada por la guardameta Katharina Filter, que cerró el choque con catorce paradas, y la lateral Emily Vogel, autora de cinco dianas, no dio pie en ningún momento a la sorpresa.