La agencia libre de la NFL ha comenzado, con varias estrellas de toda la liga disponibles tras abandonar sus equipos anteriores.
Algunos jugadores de renombre que han entrado en la agencia libre siguen disponibles. Aaron Rodgers tiene interés de los New York Giants y los Pittsburgh Steelers, y Russell Wilson sigue sin equipo después de que su contrato con los Steelers expirara.
Pero ya ha habido varios movimientos sísmicos en este periodo de agencia libre.
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Aquí están los siete movimientos más impactantes de la agencia libre de la NFL hasta ahora, que han sacudido la liga y alterado la dinámica de varios equipos, con jugadores clave que se han mudado a nuevas franquicias con el potencial de cambiar su rumbo en la próxima temporada.

Después de llevar a los Minnesota Vikings a un récord de temporada regular de 14-3 en 2024, Sam Darnold fue el agente libre más codiciado en el mercado este año.
Las opciones y la compensación económica del ex mariscal de campo de los New York Jets y los Carolina Panthers probablemente habrían sido aún mayores, si no fuera por un par de actuaciones mediocres en sus dos últimos partidos, una derrota en la Semana 18 ante los Detroit Lions y una reversa en los playoffs a manos de Los Angeles Rams.
Al final, fueron los Seahawks quienes ganaron la carrera por Darnold.
Seattle acababa de intercambiar al mariscal de campo titular Geno Smith a los Las Vegas Raiders a cambio de una selección de tercera ronda. Así que Darnold, que aún tiene solo 27 años a pesar de haber jugado siete temporadas en la NFL, firmó un contrato de tres años por $100.5 millones para tomar el control de la ofensiva en el Lumen Field.
Sin embargo, aún queda por ver si Darnold, un mariscal de campo notoriamente sensible a la presión, podrá reproducir su forma resurgida con los Vikings detrás de la filtrada línea ofensiva de los Seahawks y sin el entrenador del año Kevin O’Connell diseñando jugadas.
Los Patriots han sido grandes gastadores durante la agencia libre, con espacio en el tope salarial y una plantilla llena de huecos por llenar.
Milton Williams, recién llegado de ganar el Super Bowl LIX con los Philadelphia Eagles, fue el mejor tackle defensivo del grupo y los Patriots pagaron una suma considerable para asegurar sus servicios.
El contrato de $26 millones anuales que firmó en el Gillette Stadium lo convierte en el tercer tackle defensivo mejor pagado de la liga.
Con 26 años, Williams tiene el talento y el tiempo para justificar esa inversión. Pero el gasto de los Patriots se basa más en la proyección de lo que Williams puede llegar a ser, que en el jugador que ha demostrado ser hasta ahora.
El año pasado, jugó solo alrededor de la mitad de los snaps defensivos para los Eagles, registrando cinco sacks y 10 golpes al mariscal de campo. También se benefició de jugar junto al destacado tackle de segundo año Jalen Carter, quien fue rutinariamente doble marcado por las líneas ofensivas rivales.
Ahora, en Nueva Inglaterra, será Williams quien reciba ese tratamiento especial.
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Davante Adams tiene 32 años y su mejor nivel con los Green Bay Packers ya está en el retrovisor, pero el receptor de tres veces All-Pro sigue siendo un arma efectiva.
A pesar de haber pasado las últimas tres campañas en equipos mediocres como los Las Vegas Raiders y los Jets, Adams ha mantenido viva una racha de cinco temporadas consecutivas con más de 1,000 yardas recibidas.
En los Rams, se ha unido a un equipo que no tiene nada del drama de sus dos paradas anteriores. Además, jugará bajo Sean McVay, tal vez el mejor entrenador de la NFL.
La llegada de Adams al So-Fi Stadium coincide con la salida del ganador del Triple Corona de 2021 y MVP del Super Bowl LVI, Cooper Kupp.
A pesar de ser ligeramente más joven que Adams con 31 años, Kupp ha lucido como una sombra del receptor élite que fue en años anteriores. Adams da a los Rams un verdadero receptor X para amenazar en el exterior, mientras que la vacante en el slot permitirá un uso más variado del impresionante Puka Nacua, seleccionado en el draft de 2023.

La salida de Rodgers de los Jets dejó un vacío gigante en la posición de mariscal de campo en el lado blanco y verde de Nueva York.
Se rumoreaba que los Jets serían posibles socios comerciales con los Tennessee Titans por la selección del No. 1 del draft, así como un destino potencial para el próximo novato QB Shedeur Sanders con su propia séptima selección.
Pero su adquisición de Justin Fields, a quien pagarán $20 millones anuales después de que el ex selección número 11 en el draft pasara la mayor parte de la temporada pasada respaldando a Wilson en Pittsburgh, significa que pueden mantenerse tranquilos en el mercado de mariscales de campo novatos este año.
Fields es un mariscal de campo defectuoso, con una precisión de pase poco confiable. Pero también es enormemente talentoso. Uno de los jugadores más atléticos que la liga ha visto jamás en su posición, es un corredor eléctrico que posee un brazo poderoso.
Si logra afinar su técnica, hay mucho potencial en el ex Chicago Bear de 26 años.
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Cuando el ex Jugador Defensivo del Año Myles Garrett estaba haciendo campaña públicamente para un intercambio fuera de Cleveland a principios de este año, antes de convertirse en el no mariscal de campo mejor pagado de la historia de la NFL al renovar su compromiso con los Browns, los Buffalo Bills estaban muy interesados en adquirir al estrella defensiva.
Joey Bosa, hermano mayor del as defensivo de los San Francisco 49ers Nick Bosa, no es Myles Garrett. Pero es un sólido consuelo. Y es una alternativa mucho más barata, firmando un contrato de un año por $12.6 millones, en comparación con los $40 millones anuales que ganará Garrett.
Los Bills claramente sienten que necesitan mejorar su presión al mariscal de campo si finalmente quieren superar a los Chiefs en la AFC. Y Bosa, quien tiene 72 sacks en nueve temporadas con los Los Angeles Chargers, puede cumplir esa necesidad, siempre y cuando pueda superar los problemas de lesiones que con demasiada frecuencia lo frenaron en Los Ángeles.

Los Indianapolis Colts ya han dejado claro que han firmado al ex mariscal de campo de los New York Giants, Daniel Jones, para competir con Anthony Richardson por la posición principal en Lucas Oil Stadium.
El verdadero nivel de Jones probablemente sea el de un buen suplente en lugar de un titular sólido en la NFL, ya que solo ha lanzado más de 15 pases de touchdown en una temporada, y eso fue en su año de novato en 2019.
Pero con alrededor de $16 millones por temporada, ofrece valor a los Colts como un veterano cuyas fortalezas y debilidades se alinean lo suficientemente bien con las de Richardson, ambos son corredores atléticos con precisión de pase y capacidades de procesamiento cuestionables, que no requerirán grandes ajustes en el sistema si entra y empieza.
Sin embargo, al mismo tiempo, Jones no es un jugador que Richardson deba temer en su batalla por el puesto de mariscal de campo. El desafío de superar al ex Giant podría galvanizar al inconsistente ex selección número 4 en su tercera temporada en la NFL.
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La forma en que los Eagles acosaron y presionaron a Patrick Mahomes durante su triunfo de 40-22 en el Super Bowl de febrero puso al descubierto la desesperada necesidad de los Chiefs de mejorar su línea ofensiva.
Y hasta ahora esta temporada baja, han adoptado un enfoque curioso para abordar este problema.
Primero, intercambiaron al veterano guardia All-Pro Joe Thuney a los Chicago Bears. Y luego le dieron a Jaylon Moore un contrato de dos años por $30 millones en la agencia libre.
Moore pasó previamente cuatro temporadas con los 49ers, donde fue el suplente del estrella tackle izquierdo Trent Williams.
El joven de 27 años y 6 pies 4 pulgadas comenzó solo 12 juegos durante ese tiempo, una escasa cantidad de experiencia para la inversión que los Chiefs han realizado y la responsabilidad de proteger el lado ciego de Mahomes.
La oficina principal de Kansas City debe creer que han visto algo en Moore que otros han pasado por alto.
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