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Los años de Bellingham en Dortmund: la amistad de Haaland, cafés en el centro y Jobe tras sus pasos
Jude Bellingham vuelve a cruzarse con su pasado. El Real Madrid se mide al Borussia Dortmund en los cuartos de final del Mundial de Clubes FIFA 2025, y el foco inevitable apunta a la gran figura inglesa, uno de los protagonistas del torneo. El conjunto blanco aterrizó en el Mundial tras una temporada exigente en Europa y ha resuelto con firmeza sus primeros compromisos. Bellingham, a sus 21 años, suma dos goles y una asistencia en los tres encuentros disputados hasta ahora, mostrando la misma personalidad que lo hizo brillar en Alemania.
Un viaje a sus años en Dortmund
El choque contra el Borussia Dortmund es más que un partido para Jude. Es un viaje a los años que moldearon su carácter, su juego y su liderazgo. Llegó a Dortmund en 2020 con apenas 17 años, procedente del Birmingham City, convertido ya entonces en la gran promesa del fútbol inglés. En el Signal Iduna Park no tardó en justificar cada euro invertido: debutó como titular en Bundesliga, se hizo fijo en el once y, en muy poco tiempo, se convirtió en capitán, símbolo y motor de un equipo que confía en la juventud como piedra angular.
En sus tres temporadas como borusser disputó un total de 132 partidos oficiales, firmó 24 goles y repartió 25 asistencias. Pero su impacto no se mide solo en estadísticas. Fue elegido Jugador de la Temporada en la Bundesliga en la campaña 2022/23 y su liderazgo dentro y fuera del césped quedó patente en cada gran noche europea. Además, su conexión con la grada fue inmediata: carisma, cercanía y una forma de entender el fútbol que encajó con la filosofía de club formador del Dortmund.
Lo resumía así en una entrevista para Bundesliga.com: "El Borussia Dortmund siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. Fue el club que me dio la oportunidad de jugar al máximo nivel siendo tan joven. Allí crecí como jugador y como persona". Es una frase que explica por qué su salida fue una mezcla de emoción y gratitud. Le quedó en el tintero la Bundesliga 2022/23 perdida en la última jornada. Un empate contra el Mainz en la última jornada cuando necesitaban la victoria les condenó a conformarse con la segunda plaza. Jude no pudo jugar ese partido por molestias en la rodilla.
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Lazos familiares y un legado abierto
Más allá del verde, Jude construyó lazos profundos en Alemania. Forjó una amistad sólida con Erling Haaland, con quien compartió vestuario y confidencias. También con Reinier, futbolista que todavía pertenece al Real Madrid y que estuvo cedido allí. Su vida en Dortmund, marcada por la discreción y el trabajo constante, lo alejó de los focos innecesarios y le permitió centrarse en crecer. Tenía su rutina: entrenamiento, café en el mismo local del centro, paseos por la ciudad con su familia cuando lo visitaban y alguna escapada a Düsseldorf con sus compañeros de equipo para disfrutar del ocio de una gran ciudad. Él mismo ha contado en varias entrevistas que le fascinaba el ambiente del Signal Iduna Park.
Esa madurez le abrió las puertas del Real Madrid, que apostó fuerte para firmar a uno de los mediocampistas más codiciados de Europa. Desde su llegada a Chamartín, ha respondido con la misma naturalidad con la que rompió moldes en Dortmund. En sus dos temporadas ha sumado goles clave en Liga y Champions y ahora, en el Mundial de Clubes, sigue sosteniendo al equipo cuando más lo necesita. Su presencia en la medular mezcla potencia física, llegada, visión y un liderazgo que recuerda a los grandes capitanes de la historia blanca.
Desde que viste de blanco, Bellingham ya se ha cruzado con el Borussia Dortmund en dos ocasiones oficiales en Liga de Campeones, una en la fase de grupos y otra en la gran final de Wembley de 2024, que el Madrid ganó con él como titular. En esos partidos fue clave, firmando dos asistencias ante su exequipo y demostrando que la motivación personal se convierte en fútbol de máximo nivel frente a quienes le vieron crecer.
Este partido tendrá un matiz familiar: su hermano Jobe, que este verano fichó por el Dortmund procedente del Sunderland, no podrá estar por acumulación de amarillas. Su llegada al club alemán busca seguir el legado de los Bellingham en el Signal Iduna Park, manteniendo viva la conexión de la familia con la afición y la filosofía de formar jóvenes talentos. Como detalle, la madre de ambos, Denise, está más pendiente de Jude y vive con él en Madrid, mientras que el padre, Mark, trabaja más cerca de Jobe, aunque es representante de ambos a la hora de negociar con clubes.
En la plantilla blanca saben que Bellingham es una de sus mejores armas para superar la ronda y acercarse a una nueva final. El inglés combina piernas frescas, instinto de área y la experiencia de haber jugado partidos grandes desde los 17. Ese carácter que moldeó en Dortmund y que ahora vuelve a lucir, pero vestido de blanco. Una historia de reencuentros que habla de fútbol, de crecimiento y de la apuesta de dos clubes que, de formas distintas, siguen creyendo en la juventud como motor para conquistar el presente.
