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Riquelme pide cartas

EFE

Sevilla, 12 dic (EFE).- Rodrigo Riquelme pide mejores cartas al chileno Manuel Pellegrini y ha levantado la mano para apuntarse, tras unos primeros compases en el Betis marcados por cierta timidez, en reivindicar protagonismo, el cual ha quedado disipado por sendos aldabonazos en otras tantas eliminatorias en los últimos diez días.

Primero en Copa del Rey ante el Torrent, con tres goles para llevarse el balón a su casa, y este jueves frente al Dinamo de Zagreb croata con uno y medio, el que el zaguero español Sergi Domínguez se metió en propia meta y con el que el Betis abrió la lata. Así, el centrocampista madrileño ha pedido paso y ha respondido a la confianza depositada en él por Pellegrini.

No son sólo los registros ni las estadísticas, también su participación en el juego de ataque de los verdiblancos, su confianza en pedir la pelota, encarar, pegarle con precisión y calidad, e intentar, como ayer en Croacia y en uno de los goles ante el Torrent, gestos de calidad como sendas vaselinas.

Aunque en fútbol no se debe elevar nada a definitivo, axioma del maestro de periodistas José Antonio Sánchez Araújo, 'Roro' -como lo llaman- Riquelme apunta a haberse desperezado tras cuatro meses de adaptación y lo ha hecho en un tramo de la temporada en la que el entrenador bético va a requerir bastante de sus prestaciones.

Con Ez Abde con Marruecos en la Copa de África, el futbolista madrileño es la primera opción para la banda izquierda bética, aunque también, como en la tarde europea en el Maksimir croata, como una alternativa por el centro como opción creativa ante los altibajos del argentino Lo Celso o la lesión de Isco Alarcón.

Menos esquinado, Riquelme gana por adentro en espacios y opciones para regatear por ambos lados, buscar el disparo a puerta o procurar encontrar socios en el ataque bético, en el que los faros son el colombiano Cucho Hernández como nueve versátil y el brasileño Antony Dos Santos, por la banda derecha.

Como la ocasión la pintan calva, el '17' verdiblanco, dorsal que ha heredado del capitán Joaquín Sánchez, es sabedor de que la suya para decir 'aquí estoy yo' puede haber llegado, por las circunstancias de lesiones y rotaciones y, sobre todo, por su propio juego, cada vez más suelto y confiado, desinhibido por momentos.

En ello ha influido también el trabajo sordo en la ciudad deportiva bética y el apoyo que ha recibido de sus compañeros y trabajadores del club como los utilleros, a uno de los cuales le dedicó su gol ante el Dinamo de Zágreb.

Rodrigo Riquelme, de 25 años, llegó el pasado verano procedente del club de su vida, el Atlético de Madrid, con un contrato hasta 2030 por el que el Betis abonó al club colchonero unos ocho millones de euros por la mitad del pase del madrileño, que en principio llegó tras el traspaso millonario del canterano Jesús Rodríguez al Como italiano.

Aunque se precisó en su momento que eran operaciones independientes, la llegada de Riquelme coincidió con el fichaje del estadounidense Johnny Cardoso por el Atlético de Madrid de Diego Simeone, quien fue quien hizo debutar al futbolista bético en septiembre de 2019 ante el Éibar.

Tras su puesta de largo como futbolista de Primera, Rodrigo Riquelme fue cedido en 2020 al Bournemouth y, tras no hacer efectiva la opción de compra el club inglés, jugó posteriormente a préstamo en el Mirandés y el Girona antes de recalar nuevamente en el Atlético de Madrid y ser traspasado el Betis.

Rodrigo Riquelme, quien ha jugado once partidos en Liga, seis de ellos como titular, y cinco en competición europea, tiene ahora ante sí la oportunidad de agarrar la camiseta en lo que queda de 2025 y enero de 2026 con Abde, su compatriota Sofyan Amrabat y el congoleño Cédrick Bakambu en la Copa de África, que se disputa entre el 21 de diciembre y el 18 de enero.

Hasta final de enero, el calendario se aprieta y el Betis tiene ante sí en Liga a Rayo Vallecano, Getafe, Real Madrid, Oviedo, Villarreal y Alavés; en Copa del Rey, al Murcia; y en Liga Europa, al Paok griego y al Feyenoord holandés: aunque nada se puede elevar a definitivo en fútbol, Riquelme seguirá pidiendo cartas.