Álvaro Carreras ha cerrado el círculo. El lateral izquierdo, que un día se formó en las categorías inferiores del Real Madrid, regresa ahora al club blanco para reforzar la primera plantilla tras su fichaje en este mercado de verano. Un movimiento que supone el retorno de un canterano que dejó huella en Valdebebas antes de buscar su futuro fuera y que ahora vuelve en su madurez futbolística.
Nacido en Ferrol en marzo de 2003, Álvaro Carreras ingresó en la cantera del Real Madrid en 2017 procedente del Deportivo de la Coruña. Desde entonces, el lateral zurdo se formó en La Fábrica, donde siempre destacó por su potencia, su zancada y su capacidad para desbordar por la banda. Compartió vestuario con jugadores como Raúl Asencio o Bruno Iglesias y fue subiendo peldaños en las categorías inferiores hasta que en 2020 partió rumbo al Manchester United.
En Old Trafford se integró en las categorías inferiores ascendiendo hasta el equipo Sub-23 y ganando experiencia en el fútbol británico. La exigencia física y el ritmo competitivo de la Premier League 2 forjaron su carácter y mejoraron su faceta defensiva. En la temporada 2022-23 fue cedido al Preston North End, en la Championship, donde disputó más de 30 partidos y se consolidó como uno de los laterales jóvenes más interesantes de la categoría. Posteriormente, en la 2023-24, también fue cedido al Granada, en LaLiga, donde siguió sumando minutos y acumulando experiencia en la máxima categoría del fútbol español.
Su progresión no pasó desapercibida para el Manchester United, que decidió contar con él en la pretemporada de 2023. Erik ten Hag valoró su capacidad ofensiva, su buena salida de balón y su mentalidad competitiva. Sin embargo, aunque empezó a crecer como jugador, nunca logró asentarse en el primer equipo de Old Trafford. Finalmente, el Manchester United optó por venderlo al Benfica el verano pasado. Allí se ha confirmado como un lateral de alto nivel: ha terminado la temporada habiendo disputado 68 partidos marcando cinco goles y repartiendo seis asistencias.
Fue entonces cuando apareció el Real Madrid. La dirección deportiva del club blanco siguió su evolución y consideró que era el momento idóneo para su regreso. La operación se cerró tras el Mundial de Clubes FIFA 2025 y Carreras firmó por el club donde se formó, esta vez como jugador del primer equipo.
Para Álvaro, el regreso al club supone una reivindicación personal. "Salí siendo un niño y vuelvo siendo un hombre. Tengo muchas ganas de poder vestir esta camiseta. Es un orgullo vestir este escudo. Prometo dar todo de mi parte para seguir creciendo juntos y ganar más títulos", declaró en su presentación oficial. También agradeció al Benfica: "Estoy eternamente agradecido a ellos porque se portaron muy bien conmigo, no tengo ninguna queja. He dejado muy buenos amigos ahí pero la vida continúa".
El fichaje de Carreras no es solo un movimiento estratégico para reforzar el lateral izquierdo. También representa la apuesta del Real Madrid por recuperar talento formado en casa y por valorar el crecimiento de sus canteranos, incluso cuando su camino ha sido lejos de Valdebebas. Casos como los de Dani Carvajal, Lucas Vázquez o Fran García refuerzan esta política: jugadores que salieron en busca de minutos y experiencia, y que acabaron regresando al primer equipo tras demostrar su nivel en otros clubes.
El regreso de Carreras al Real Madrid completa una trayectoria marcada por la perseverancia. Desde su salida de La Fábrica hasta su consolidación en Inglaterra, el lateral ha demostrado una mentalidad resiliente y una ambición sin límites. Ahora, con el sueño de jugar en el Santiago Bernabéu hecho realidad, empieza para él un nuevo capítulo en la élite.
En un equipo que sigue apostando por el equilibrio entre estrellas consagradas y jóvenes de proyección, la vuelta de Álvaro Carreras representa la esencia del proyecto del Real Madrid: talento, trabajo y fidelidad a sus raíces. Un regreso esperado y merecido para un canterano que ha sabido esperar su momento.