Tras un inicio de año con más subidas y bajadas que las que abundan en el trazado del Algarve, Pedro Acosta se ha estabilizado en el podio, las latitudes en las que uno debe permanecer si quiera optar a algo grande en MotoGP. A pesar de seguir muy de cerca cómo evoluciona la crisis que ha llevado a KTM a cambiar de propietarios, con la incertidumbre futura que eso implica, el murciano es capaz de abstraerse de todo ello cuando se sube a la moto, y ofrecer su mejor versión.
Su nivel está a años luz del del resto de corredores de la marca de las motos naranjas, como queda perfectamente reflejado en la tabla de puntos. Este podio, el quinto del curso y el cuarto consecutivo que encadena, combinado con la caída de Pecco Bagnaia, le dejan a solo tres puntos de la cuarta posición, todavía en manos del italiano, con el pulso final fijado ya para la próxima semana, en Valencia.
Este domingo, Acosta no pudo ni con Bezzecchi ni tampoco con Alex Márquez, por más que a este último le dio un buen susto en los últimos giros, en los que se le acercó mucho –terminó a seis décimas–. El murciano, además, se llevó la vuelta rápida de la carrera (la tercera), mientras trataba de cerrar el hueco que le separaba de sus rivales de Aprilia y Ducati. Un buen fin de semana, en definitiva, que, sin embargo, le sigue dejando con la asignatura pendiente del triunfo. Acosta lo intentará el domingo que viene, en Valencia, en la última oportunidad que le quedará este curso, su segundo en la clase reina.
"Si gano en Valencia me tiño el pelo de naranja", bromeó el español, en conversación permanente con Dani Pedrosa durante todo el fin de semana, a través del teléfono. Pedrosa, probador de KTM, está volcado en sus labores de desarrollo de la RC16, tanto, que también prometió tintarse el pelo con los colores corporativos de KTM si el Tiburón de Mazarrón se impone en Cheste.
En Portugal le penalizaron las primeras vueltas, en las que no pudo permanecer con los dos primeros, según dijo, por falta de agarre. "Comenzamos con muy poco agarre en comparación con Bezzecchi y Alex, y eso fue lo que nos marcó un poco. Después nos estabilizamos, pero fue difícil luchar cuando hay tanta diferencia", detalló Acosta, acostumbrado a verse obligado a gestionar mucho el desgaste de las gomas, que esta vez no fue tan dramático como en otras ocasiones.
"Tampoco gestioné tanta goma como pensaba. A mitad de carrera me mantuve un poco, y algo hizo un clic y volví a ir rápido. Pero si queremos ganar, tenemos que poder ir rápido desde el principio, no remontar desde atrás para morir en la orilla", añadió el #37, que sí puso el foco en la solvencia que ha adquirido desde mitad de curso en adelante. "Nunca había encadenado cuatro podios consecutivos. Nuestro objetivo de tratar de establecernos entre los cinco primeros ha pasado ahora a ser el podio, cuando no es nuestro mejor día", celebró Acosta.