En la actual F1 existen circuitos donde la pole es determinante, otros donde todo queda supeditado a la carrera o la degradación y otros donde la salida y los metros a la primera curva son el doble de cruciales y mucho más emocionantes, como es el caso del Circuit de Barcelona-Catalunya.
Desde que el trazado catalán aterrizase en el gran circo, su recta principal de más de más de 1km ha sido protagonista, con aquel uno contra uno ente Ayrton Senna y Nigel Mansell en 1991.
Desde entonces las salidas del GP de España no son menos espectaculares, especialmente complejas debido a los casi 700 metros que hay desde la línea de salida a la curva 1.
Un desafío para los pilotos y la estrategia a seguir en unos primeros metros cruciales muy importantes en los siguientes compases del GP debido a factores como el aire sucio, la degradación o el juego estratégico en boxes. A continuación repasamos algunos de los factores más determinantes a la hora de afrontar una salida en Montmeló.
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Antonio Lobato, Toni Cuquerella y Pedro de la Rosa nos acompañarán in situ desde el circuito. 'El Trío Calavera' en su máxima expresión acompañará en el circuito a Melissa Rodríguez, Cristian Mestres, Diego Campoy, Javi Quilón y Roldán Rodríguez para llevar al fan hasta el centro de la acción durante todo el fin de semana.
Y para terminar, el análisis de todo lo que suceda de la mano de Tomás Slafer en Código F1.
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Como es lógico, debido a la larguísima distancia entre la salida en parado y la primera frenada, un arranque óptimo es más decisivo que en otras ocasiones. Esto, no solo en la arrancada y el patinaje de los neumáticos, sino también en la aceleración y el empalme de marchas hasta llegar a la primera variante.
Sufrir con cualquiera de estos aspectos puede poner al piloto en una situación de indefensión muy superior respecto a otras pistas como el circuito de Miami o Jeddah.
Debido a la importancia de estos metros iniciales, salir por la zona limpia o sucia también juega su papel en todo lo relacionado con la tracción, coincidiendo la zona impar con la parte de la trazada en carrera.
En los últimos años Fernando Alonso y otros pilotos han sido ‘cazados’ dejando goma antes de la carrera cuando le ha tocado comenzar por la zona sucia; zona sucia conocida por la cantidad de virutas de goma que se acumulan posteriormente en carrera y que dificultan los adelantamientos, como si se tratase de un terreno pedregoso.
También es imprescindible encontrar una vuela estela que seguir a lo largo estos 700 metros iniciales. Por este motivo es habitual, que rápidamente los coches formen en trenes de rebufo, esperando poder atacar en la curva 1.
Todavía se recuerda la jugada magistral de Fernando Alonso en el GP de España de 2011, donde encadenó los rebufos de Mark Webber y Sebastian Vettel para pasar de la cuarta a la primera posición en la salida.
La suma de factores de rebufo y trazada hacen que la tercera posición sea, en muchos casos, la más ansiada y temida, favorecida por la zona limpia al tiempo que supone el puesto más adelantado de la parrilla con un rebufo del que no goza la primera fila.
Este extraño privilegio de la tercera posición ocurría también en el extinto GP de Rusia en el circuito de Sochi, donde incluso en 2021 se temía por un George Russell con un Williams muy inferior respecto al Ferrari de Carlos Sainz o el McLaren de Norris.
Precisamente George Russell fue el último piloto en realizar una proeza en una salida en Barcelona, cuando en 2024 realizó un brillante adelantamiento por el exterior para ponerse en cabeza, su posición de salida: tercero.
Y es que después de todos estos metros recorridos llega el momento crucial de elegir trazada para afrontar las curvas 1 y 2. Ante este compromiso, la mayoría de pilotos en cabeza suele optar por defender un interior que permite alargar la trazada una vez superado el ápice de la curva y bloquear el paso al perseguidor.
Una táctica agresiva que emplearon Max Verstappen contra Lewis Hamilton en 2021 o Felipe Massa contra Fernando Alonso en 2007, ambas al límite del reglamento.
Otra táctica inusual aunque potencialmente efectiva es seguir la trazada por la zona limpia, empleando un exterior de la curva 1 aunque luego favorece en la 2. Ante la fiebre de proteger el interior muchas veces puede ser la mejor opción, como ejecutó George Russell en 2024.
Lo que está claro es que la zona central es la más delicada y con la que es más probable salir perjudicado, aunque muchas veces no hay más alternativa y al final dentro del pelotón todo queda supeditado a encontrar un buen espacio y no acabar bloqueado.
Y, finalmente, después de todos estos metros de posibilidades y combinaciones infinitas toca afrontar la veloz y amplia curva 3, como un último revulsivo para adelantar que culmina en la curva 4. En definitiva una salida trepidante a la altura del legado del Circuit en la F1.