Ducati también ha estado últimamente trabajando en desarrollos electrónicos y en mejoras de la aerodinámica de la GP25, sacando a la pista en el test de Valencia de este pasado martes un carenado muy diferente de la unidad con la que Pecco Bagnaia y Nicolò Bulega terminaron el domingo la temporada 2025.
Si Aprilia destapó un poco sus cartas para el próximo curso, desvelando una RS-GP de camuflaje bastante innovadora en algunas soluciones aerodinámicas que han indicado nuevas líneas de desarrollo, la casa de Borgo Panigale, al menos por ahora, se ha mantenido más fiel a sus conceptos, aunque hayan sido llevados al extremo.
Las primeras impresiones, confirmadas también por Alex Márquez, que tuvo la oportunidad de probar las novedades del año que viene, fueron bastante positivas, teniendo en cuenta que Bulega mejoró definitivamente sus prestaciones mientras que Bagnaia se quedó a poco más de tres décimas de la cabeza. Pero marcó su mejor tiempo con un neumático trasero medio, mientras que los que le precedían llevaban el blando. En resumen, el piloto turinés sacó una gran inyección de confianza, como él mismo reveló, de un test que debía dar al tricampeón del mundo claras indicaciones sobre el futuro.
La moto que sirve como presagio de la Ducati GP26 se mantuvo en la línea de desarrollo seguida por los técnicos liderados por Gigi Dall'Igna: la filosofía del carenado no ha cambiado, pero se buscó una exageración de las ideas desarrolladas en el túnel de viento de Dallara, ubicado en Varano de' Melegari.
La ranura ya no es un elemento aerodinámico en sí mismo, sino que se integra en el perfil vertical, creando una especie de canal que se desarrolla sobre el escalón. Los equipos de MotoGP buscan la eficacia: para mejorar las prestaciones, se presta mucha atención a la capacidad de extraer el fortísimo calor producido por los radiadores y la mecánica.
La intención es limpiar los flujos de las fugas y evitar que el piloto sea golpeado por aire que puede calentarse, lo que restaría concentración a alguien que, en cambio, busca el máximo rendimiento. No es de extrañar, por tanto, el cuidado que se ha puesto en la dinámica de fluidos internos de la moto, tratando de dirigir las ventilaciones hacia zonas que penalizan menos.
En la parte inferior del carenado, no se puede dejar de destacar tanto el aumento del flujo de aire a la entrada del difusor lateral, como el canal mucho más hueco y pronunciado que se ha creado entre el elemento aerodinámico y el propio panel lateral. Se trata de un auténtico cañón, diseñado para aumentar el efecto suelo cuando la moto está totalmente inclinada.
Estamos seguros de que en Borgo Panigale no querían mostrar todos los ases de los que disponen, pero las sonrisas de Bagnaia al final de la jornada en Valencia sugieren que, por fin, el campeón piamontés debería estar en el buen camino hacia su plena recuperación.