Pecco Bagnaia logró redimirse de sus últimas actuaciones discretas, especialmente tras la floja carrera al sprint del GP de Aragón de MotoGP.
El piloto italiano, que finalmente terminó tercero por detrás de los hermanos Márquez, parece haber resuelto uno de sus principales puntos débiles de la temporada: las frenadas.
Con este buen resultado y a la espera de los test, el doble campeón del mundo de MotoGP se enfoca en recortar distancias respecto a sus principales rivales.
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Dorna
Pecco Bagnaia volvió a respirar aliviado en el Gran Premio de Aragón. Tras tres fines de semana difíciles, con resultados por debajo de lo esperado tanto en las carreras al sprint como en los domingos, el doble campeón del mundo de MotoGP encontró finalmente una solución que le permite mirar con optimismo la segunda mitad final del campeonato.
"Ha sido un alivio", confesó el piloto de Ducati. "Eran ya tres carreras seguidas donde el ritmo de carrera, en clasificación, estaba bastante bien. No me costaba tanto, pero en las tres carreras al sprint y en las dos carreras me costaba. Hemos tenido también un poco de mala suerte, pero hoy sabía que podría ser mejor que ayer, seguro".
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El punto de inflexión llegó tras un pequeño ajuste en la frenada que marcó una gran diferencia: "Esta mañana hemos intentado algo pequeño que me ha ayudado mucho, podía gestionar mejor los frenos en la frenada, y ha sido algo que, en un circuito como este donde se bloqueaba mucho, me ha ayudado muchísimo. Esa ayuda me ha dado más confianza en la entrada a curva".
"Ha sido un buen paso hacia delante y estoy muy contento porque era algo que necesitaba", afirmó a DAZN el piloto de Ducati.
El gran cambio técnico vino en los frenos. Bagnaia explicó que decidieron pasar del sistema de 340 mm al de 355 mm, buscando un control más progresivo. “Lo vemos en los datos: yo soy el que más frena de todos y desacelera menos, y no estamos entendiendo bien el porqué. Hoy, con el 355, me encontraba mucho mejor porque podía gestionarlo.
"Hasta ayer siempre ha sido encendido o apagado, o todo o nada. Hoy podía frenar más y la moto cambiaba en frenada. Eso me ayudó mucho para gestionar mejor las frenadas duras y tener más sensibilidad en el tren delantero, algo que no tenía antes", afirmó a Izaskun.
Aunque reconoce que no es la solución definitiva, el italiano cree que van en la dirección correcta: "Ha sido un paso hacia delante que, seguro, no soluciona todo, pero ayuda".
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De cara a los test post-GP, Bagnaia ya tiene claros los siguientes pasos: trabajar en el grip del tren trasero. "Era muy agresivo. Veía a Álex y a Marc que podían derrapar un poco más y tenían tracción. Yo tenía más tracción que ellos, pero la moto era más nerviosa. Ellos tienen dos basculantes distintos, puede ser que mañana pruebe uno. Tenemos bastantes cosas y será un día importante".
Sobre el nuevo basculante que está probando Marc Márquez, Bagnaia no quiso entrar en detalles, pero dejó caer que podría ser una pieza clave: "No sé qué basculante están utilizando, pero sé que hay uno nuevo y es el que Marc ha probado en Jerez, y pienso que lo tiene, pero no lo sé".