Fabio Quartararo le ha dado a su temporada 2025 de MotoGP un modesto cinco sobre diez, a pesar de haber destacado varias veces al manillar de una Yamaha que, en general, se ha mostrado muy poco competitiva.
En un año en el que Yamaha quedó en último lugar del campeonato de constructores, por detrás de Honda, Quartararo logró cinco pole positions y tres podios con su M1, entre sprints y grandes premios.
El francés fue el único piloto de Yamaha que rodó de forma consistente en cabeza, sumando más puntos que sus compañeros Alex Rins, Jack Miller y Miguel Oliveira juntos (201 frente a 190).
También estuvo cerca de poner fin a su sequía de victorias, que se remontaba al GP de Alemania de 2022, pero un problema técnico en su moto le impidió lograrlo mientras lideraba destacado el Gran Premio de Gran Bretaña.
Pese a que el nivel de sus actuaciones fue impresionante, Quartararo no estaba nada satisfecho con su temporada, frustrado por las limitaciones de la moto japonesa.
Al pedirle que calificara su desempeño tras el fin de semana de Valencia, el piloto de 26 años respondió: "¿Del uno al diez? Cinco".
"Fue una temporada difícil, por supuesto. Demostré que era rápido y eso es lo más importante", explicó el piloto galo, cada vez más distanciado de Yamaha en términos afectivos.
"Sabemos lo difícil que es conseguir resultados con nuestra moto. Pero no hubo nada realmente importante que recordar de esta temporada", añadió.
Quartararo reiteró que necesitaba un descanso tras el GP de Valencia, citando el desgaste mental que le había causado la temporada 2025 de MotoGP.
"Sabes que no estás luchando por lo que quieres", expuso. "Siempre doy el 100%, pero a veces estoy en el cuarto puesto, otras en el sexto, en el décimo o en el suelo", dijo, antes de admitir que había llegado al final con la gasolina justa.
"Necesitaba mucho terminar la temporada, también para desconectar un poco, pensar un poco en muchas cosas, y creo que [las vacaciones de invierno] serán un momento genial".
El contrato de Quartararo con Yamaha vence al final de la temporada 2026, y su renovación, sobre el papel, dependerá de si el fabricante japonés logra arrancar con buen pie con su nueva moto V4, pero para ello debe darle algo de lo que, asegura, carece.
"No tengo tiempo. Solo quiero intentar que funcione. Si no, será el momento de hacer un cambio" que, en su cabeza, parece haber emprendido hace ya tiempo.