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Rins: "Ni a Oliveira, ni a Miller ni a mí se nos ha olvidado pilotar"
El español está empezando a mostrar síntomas de recuperación tras pasar por el periodo más difícil de su trayectoria. La caída que sufrió en Mugello, hace casi un año y medio, hizo que se destrozara la pierna derecha y le puso contra las cuerdas, a las puertas de su salida de Honda y su incorporación de Yamaha (2024).
Por más que él siempre negó que la falta de movilidad que claramente se apreciaba al verle caminar le influyera una vez encima de la moto, lo cierto es que la ligera mejora en los números de Alex Rins ha coincidido con la evolución favorable de su pierna, después de cambiar de protocolo e irse a Italia, donde le infiltran factores de crecimiento.
La normalización en sus andares se ha hecho mucho más evidente que su leve recuperación en lo relativo a los resultados: a las puertas de la última carrera del curso, este fin de semana en Valencia, el #42 ocupa la 19ª posición en la taba general, y es el tercero de entre los cuatro corredores de la marca de los diapasones, por detrás de Fabio Quartararo (noveno) y Jack Miller (18º), que le saca seis puntos, y solo por delante de Miguel Oliveira (20º), a quien tiene a 28 puntos. En su segunda temporada en el equipo oficial de Yamaha, su mejor resultado es la séptima plaza que obtuvo en Australia.
"Es complicado aceptar cómo nos está yendo. Encima de la moto siento bastante impotencia, de no poder hacer lo que quiero. Cuando me siento bien pasa lo de Indonesia, que me veo segundo o tercero”, afirma Rins, en referencia a la prueba en Lombok, en la que rodó en las posiciones de cabeza durante la primera mitad de la carrera, por más que el tute que les dio a las gomas le llevó a cruzar la meta el décimo.
El contraste entre Rins y Quartararo es muy llamativo como para que el catalán no tenga una respuesta cuando se le pregunta por ello. El francés no solo es el único piloto de Yamaha que ha logrado un podio (Jerez), sino que, además, es el único que ha puesto la M1 en la pole (cinco veces). El Diablo ha arrancado en diez ocasiones, por una del resto (Miller, en Australia). En Portimão, el pasado domingo, el de Niza finalizó el sexto, a 18 segundos del ganador (Marco Mezzecchi), mientras que Rins lo hizo el 13º, doce segundos más lento que él.
“No es la primera vez ni el primer circuito en que él [Quartararo] es el único capaz de sacar algo más de la moto. No sé si será porque está hecha más para él; no sé si puede ser por la confianza que tiene con ella, después de tantos años. La tiene muy por la mano, pero ni a Oliveira, ni a Miller ni a mí se nos ha olvidado pilotar”, razona el barcelonés.
