¡F1, MotoGP y mucho más! Llama gratis al 900999823
McLaren no perdonó en el GP de Abu Dhabi y aseguró el Mundial de pilotos 2025 de F1 para Lando Norris, el primero desde Lewis Hamilton en 2008 y el primer doblete junto al de constructores desde 1998.
Un logro reseñable para los papaya que, esta vez sí, ejecutaron a la perfección una estrategia que puso en jaque a Max Verstappen en todo momento e impidió que el de Red Bull llevase el control de la carrera pese a ser el líder.
@McLarenF1
Si el GP de Qatar fue la cruz en lo que a estrategia se refiere, Abu Dhabi fue la cara para la escudería de Andrea Stella, que ejecutó un plan sensacional utilizando a sus dos pilotos, midiendo el riesgo y cubriéndose las espaldas ante diversos escenarios posibles.
Todo comenzaba con la elección de neumáticos, dividiendo estrategias entre Lando Norris (con medios) y Oscar Piastri (con duros). De esta forma, los de Woking ponían en jaque a Verstappen pese a su pole, impidiendo que pudiese controlar el ritmo y retener al pelotón en el primer stint de carrera, forzándole a tirar y abrir margen con Piastri, que pararía más tarde.
Sin embargo, el ataque a Max no hubiese sido tan potente con Oscar Piastri en tercera posición, detrás de Lando Norris y cubriendo las espaldas al principal candidato de McLaren.
Por ello, la escudería liderada por Andrea Stella previó el adelantamiento que Piastri ejecutó sobre su compañero de equipo en la curva 9 en la primera vuelta. Un rebase que, sin estar pactado, entraba dentro de los escenarios contemplados y discutidos en las reuniones previas a la carrera, tal como confirmó el ingeniero italiano a diversos medios post carrera.
Así, el de Red Bull imprimió un ritmo ‘natural’ parando en boxes en la vuelta 24 para pasar a duros y con solo dos segundos y medio de diferencia sobre Oscar Piastri. Por su parte Lando Norris había tenido que parar en la vuelta 17 para cubrirse de un undercut de George Russell, metiéndose en un trafico que pudo sortear pese al escaramuza con Yuki Tsunoda.
A partir de ahí, a Max solo le quedaba esperar la parada de Oscar Piastri para poder reagrupar la cabeza de carrera cuando las posiciones se estabilizasen. Con lo que no contaban es que el australiano estiraría la vida de sus gomas duras 41 vueltas.
El australiano paró en boxes justo después de ser adelantado en pista por Max Verstappen, lo que cumplía a la vez dos objetivos estratégicos de McLaren:
Por un lado, Piastri apuraba sus opciones de ser campeón hasta el final, a la espera de una carambola que le permitiese ahorrar tiempo en su parada y mantener el liderato con Norris enterrado en tráfico.
Al mismo tiempo, si eso no sucedía, Oscar serviría a la causa de su compañero de equipo llevando a Verstappen a forzar un ritmo alto para recuperar el liderato y dejar la carrera ‘dormida’ a falta de 17 vueltas y sin tampoco poder aminorar más de la cuenta, pues el más favorecido por la reagrupación sería el propio Piastri, con gomas medias nuevas y sin la desventaja de haber parado más tarde.
Una jugada muy bien medida en la que Max Verstappen y Red Bull tuvieron una última bala por el título que no quisieron jugar después de que Norris y Leclerc parasen por segunda vez. En este caso Verstappen podría haber hecho lo propio con una parada gratis que dejaron pasar.
Con el correr de las vueltas, la especulación llevó a pensar en un escenario todavía más complejo: que Verstappen esperase para realizar su segunda parada hasta caer detrás de Piastri y después clavar frenos para favorecer el adelantamiento de Leclerc y, entonces, que las opciones de Mundial de Norris pasasen por la defensa de Oscar Piastri de la primera posición frente a un Max Verstappen con mejores neumáticos, pero a contrarreloj.
Finalmente, esto tampoco sucedió, y Verstappen y Red Bull cabalgaron a la victoria del gran premio asumiendo un resultado en el campeonato y fieles al discurso que llevaban manteniendo mediáticamente durante todo el fin de semana.
Con eso se garantizaron la octava victoria del año, lo que deja al neerlandés como el piloto más laureado del año, aunque eso no remedie los dos puntos por los que se le escapó el título. La emoción de Gianpiero Lambiase al otro lado de la radio de Max Verstappen deja entrever que, pese a lo complicado que era, la derrota sigue doliendo en el nucleo duro de un piloto que ya sabe lo que es perder en la últma carrera, experiencias que también nutren a un campeón.