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Marc Márquez sigue haciendo historia. El piloto de Ducati se llevó la victoria en Mugello tras un inicio trepidante de carrrera en un duelo de tú a tú ante Pecco Bagnaia, quien terminó en cuarta posición finalmente.
El piloto español puso la guinda al pastel en un circuito que, como ha repetido durante el fin de semana del GP de Italia, no ha sido históricamente en el que mejores resultados ha cosechado.
En la lucha por el pódio volvieron a estar Alex Márquez y Pecco Bagnaia, los dos pilotos que llegaban con algo de ventaja al circuito por sus resultados recientes en temporadas pasadas. Pero Marc hizo jaque mate para firmar un fin de semana perfecto y alejarse de sus rivales en la clasificación general.
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No es la primera vez que Marc Márquez destaca el cambio que ha tenido que hacer para pilotar la Ducati tras su fichaje de Honda.
El piloto español volvió a hacerlo después de que Jorge Lorenzo, comentarista en DAZN, se lo pidiera: "El año pasado cuando salté a la Ducati llevaba 10 años pilotando de la misma manera, en el mismo estilo de moto".
Dejó claro que el estilo de la Ducati es "bastante diferente": "El ADN de una moto no cambia, puede ir mejor o peor, pero el ADN de la Ducati es pilotarla con el trasero, ir súperfino, no forzar tanto el delantero. Es ahí donde he ido dando pasitos, sobre todo, en ese time attack y en la sprint race que el año pasado me faltaba esa explosividad".
Esa explosividad es lo que ha sumado este año a la gestión de carrera en las últimas vueltas, momento en el que se encuentra más cómodo: "Venía con la mentalidad, os lo prometo, de defender, de intentar perder los menos puntos posibles, pero ayer ya vi que era posible la victoria. Todo el rato me repetía lo mismo en la cabeza, 'la carrera es muy larga y paciencia".
Destacó el trabajo que han hecho en el equipo desde el GP de Aragón para poder conseguir sumar en Mugello: "Se ha trabajado mucho más, se ha ido más al límite. Lo hemos disfrutado, lo hemos sufrido en las primeras vueltas con ese cuerpo a cuerpo, Pecco ha salido con muchas ganas. Se tenía que gestionar gomas, pero a la vez atacaban".
También desveló una parte del plan de carrera tras ver que Bagnaia salió con todo para intentar quedarse con la primera posición. "He decidido mantener la calma y ya, cuando pasaran esas siete u ocho vueltas, empezar a imponer el ritmo que había tenido en entrenos aunque era más lento".
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Tras firmar un fin de semana redondo en el que Marc consiguió ganar la carrera al sprint y la carrera larga del domingo, además de llevarse la pole -la número 100 de su carrera-, el piloto de Cervera se marchó de Mugello con 40 puntos de ventaja respecto a Alex (segundo) y a 110 de Pecco (tercero).
"Uno de los objetivos de inicio temporada era tener esos 37 puntos de margen con el segundo porque, en caso de caída o de cero, que no quiero utilizarlos así pero puede pasar, es ahí donde tienes el margen tú porque sigues estando por la pelea. Intentaremos gestionarlos de la mejor manera", dijo, sin olvidarse de Pecco, Morbidelli o Di Giannantonio.
"De momento, el rival más importante lo tengo en casa. Entreno con él, duermo la siesta con él, estamos día a día juntos y nos estamos ayudando mucho para ir creciendo el nivel. Duermo la siesta con él, pero separados", se rió Marc.
"Es cómico, en el motorhome ayer, antes de la sprint, estaba tumbado yo en un sofá en una esquina y él en la otra, cabeza con cabeza, y luego estamos a 360 a final de recta. Tenemos que seguir disfrutando el momento porque lo que se está produciendo no es nada normal en la historia del deporte y lo tenemos que disfrutar", añadió.
Y, de nuevo, volvió a dejar claro la buena relación que tiene con su hermano: "Normalmente cuando tienes un rival intentas esconder los secretos, cómo entrenas, la estrategia... pero con Alex, le quiero bien y él me quiere bien. Nos ayudamos mútuamente".
"Está creciendo muchísimo, está madurando, me está enseñando de lo que es capaz de hacer y que siempre hay que creer. Esto me ayuda a mí también a crecer", ensalzó.
Por último, también dejó claro que él habla en pista tras los abucheos de una parte de la afición italiana: "Se podía haber celebraod con la del 93, porque eran 93 victorias, pero es mejor no provocar. Con 32 años, parece que hable como si tuviese 60, pero con 32 años en el Mundial voy de vuelta y no pasa nada. Esto pasa en las carreras".
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