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Las primeras veces siempre son especiales. Más si te llamas Jess Fishlock y, a tus 38 años, vas a jugar tu primer gran torneo con la selección absoluta que has representado desde 2006.
Gales llegó a la Eurocopa con la ilusión que supone debutar en una Eurocopa y el gran reto de enfrentarse al grupo más exigente de esta primera fase junto a Países Bajos, Francia e Inglaterra.
A pesar del gran escenario y la dificultad, se presentaron al primer partido sin perder su esencia y posando en la foto del once oficial como lo hacen siempre en la selección, tanto hombres como mujeres: de manera desordenada.
Por un momento, también llegaron a desordenar los planes de Francia por unos instantes, cuando la selección gala vio como le empataban el partido con un gol con varias historias detrás.
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WALES / Cymru
Los más románticos pondrían esta historia de Gales entre las favoritas de la Eurocopa 2025.
Aunque no todo empezó como se esperaba. El autobús que transportaba a la selección para el entrenamiento previo al encuentro ante Francia se vio involucrado en un accidente de tráfico que, por suerte, quedó en un susto.
Más allá de eso, la historia merece ser contada: una selección que debuta en un gran torneo en sus 52 años de historia -se fundó en 1973- y que su primera goleadora es una de las jugadoras más míticas de la plantilla. Todo redondo.
El nombre de Jess Fishlock es uno de los más sonados dentro del fútbol femenino. A sus 38 años, la estrella de Gales -ha recorrido medio mundo durante su carrera en la élite- fue la encargada de poner la guinda al pastel en la Eurocopa marcando el primer gol de la selección en un torneo de este calibre.
Para más inri, Fishlock se convirtió en la jugadora más veterana en marcar en una Eurocopa a sus 38 años, 5 meses y 26 días.
Tras una dilatada carrera en la que ha ganado prácticamente todo, destacando sus dos Champions con el Olympique de Lyon, además de numerosos premios individuales y colectivos de diferentes ligas como la NWSL (Estados Unidos), Inglaterra (segunda división) o la Eredivise de Países Bajos, la jugadora galesa vivió uno de los momentos más especiales de su carrera.
Días antes de partir hacia Suiza, confesó en una entrevista con Copa 90 que su mayor sueño siempre había sido representar a su país en un gran torneo. Además de conseguirlo, podría ser el último que jugara en su carrera como futbolista profesional tras debutar en la élite con 16 años.
Por si fuera poco y después de vivir un momento de tensión mientras el VAR determinaba si la galesa estaba en fuera de juego o no en su gol -probablemente el más especial de su carrera-, el fútbol y Rhian Wilkinson, seleccionadora nacional, quisieron que el momento fuese más especial dando entrada a Sophie Ingle.
La que hasta ahora había sido jugadora del Chelsea -club del que se despidió con la etiqueta de leyenda- regresó a los terrenos de juego por primera vez desde septiembre de 2024, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior.
Diez meses después, otra de las grandes jugadoras de la selección de Gales volvió a defender la camiseta de su país, además de reencontrarse con ella misma sobre el campo tras perderse la fase de clasificación para la Eurocopa y el resto de temporada con el conjunto inglés.
"Me sentí rara, para ser sinceros. Estaba emocionada caminando hacia la banda mientras Jess caminaba hacia mí, qué persona para sustituir después de marcar su primer gol en la Euro", dijo la jugadora de 33 años tras el partido.
"Luego el público se volvió loco y se me pusieron los pelos de punta. Estaba como 'sí, estoy de vuelta, lo he hecho'. Estoy muy feliz", añadió.
A pesar de que Gales se quedó sin opciones de continuar en la Eurocopa, la historia quedó escrita y el paso adelante dado para un país que quiere seguir construyendo su camino a nivel mundial en el fútbol femenino.
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