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La rivalidad verbal entre Islam Makhachev e Ilia Topuria sigue creciendo sin que exista todavía un combate firmado. El campeón del peso wélter reconoce que percibe una animadversión clara desde el entorno del hispano-georgiano, aunque admite que no tiene del todo claro de dónde nace ese conflicto.
Durante sus respectivos reinados como campeones en peso ligero y pluma, el debate sobre una superfight fue constante. Dos campeones dominantes. Dos divisiones cercanas. Dos trayectorias prácticamente perfectas. Makhachev solo ha perdido una vez en su carrera profesional. Topuria, por su parte, continúa invicto.
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Ese cruce nunca llegó a materializarse. Makhachev decidió subir al peso wélter y terminó conquistando el cinturón de las 170 libras. Topuria aprovechó su ausencia para dar el salto al ligero y hacerse con el título. El enfrentamiento quedó congelado, pero no desapareció del discurso público.
Lejos de apagarse, la tensión ha ido aumentando con el paso de los meses. Topuria ha seguido reclamando un combate con Makhachev, incluso después de que ambos cambiaran de división. Sus últimas declaraciones han elevado el tono del enfrentamiento a un plano claramente personal.
El campeón del ligero aseguró recientemente: “Son muy chulos y arrogantes. Me encantaría someterle delante de su gente y, si alguien más quiere intervenir, no tendría ningún problema”. Un mensaje directo, provocador y sin matices. Las palabras llegaron hasta Makhachev, que fue preguntado por ese tono en una entrevista concedida en ruso. Su respuesta fue más contenida, pero dejó claro que la situación no le resulta indiferente y que existe una tensión real entre ambos equipos.
“No lo sé, pero lo sentimos”, explicó al ser preguntado por si consideraba esas palabras una falta de respeto. “Tiene algún tipo de odio hacia nosotros, aunque creo que lo resolveremos. De alguna manera, antes del combate o quizá en el futuro”. El campeón del wélter dejó abierta la posibilidad de que el conflicto se resuelva dentro del octágono si llega el momento adecuado. “Ahora mismo está en una especie de parón. Tal vez en el futuro lo arreglemos en la jaula y lo veamos allí”, añadió.
La situación deportiva tampoco ayuda a aclarar el escenario. Ninguno de los dos campeones tiene programada todavía su primera defensa en esta nueva etapa. Makhachev decidió no competir en el evento previsto para enero por problemas de calendario y preparación. Su debut como campeón del peso wélter sigue sin fecha oficial. El parón competitivo ha alimentado la especulación sobre su futuro inmediato y sobre los posibles rivales que tendrá en su primera defensa del cinturón.
Topuria, mientras tanto, atraviesa un periodo de inactividad. El campeón del ligero ha reconocido que se encuentra atendiendo asuntos personales y que su regreso a la competición no está cerrado. No hay fecha, rival ni evento confirmados para su vuelta.
Ese contexto mantiene cualquier enfrentamiento directo en pausa. Sin contratos firmados ni negociaciones públicas, la rivalidad se sostiene únicamente en el terreno de las declaraciones. Aun así, el trasfondo parece ir más allá de una simple cuestión deportiva. Makhachev insiste en que no comprende exactamente qué es lo que molesta a su rival. “Está descontento por algo. Tenemos que averiguar qué es”, concluyó.
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