El draft en el que Josh Allen fue elegido por los Buffalo Bills fue uno de los más cargados de nombres importantes para el puesto de quarterback que se recuerdan. Hasta cinco quarterbacks aspiraban a ser el número 1 de la ceremonia, y Josh Allen era probablemente el menos conocido de todos.
Salido de la universidad de Wyoming, sus virtudes eran igual de pronunciadas que sus teóricos defectos, lo que generó muchas dudas en su llegada a la NFL. Años después, parece que la teoría que hablaba de que era un jugador por hacer pero con el cielo como techo se ha confirmado y Allen es uno de los mejores jugadores de la liga.
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Quién es Josh Allen: el diamante en bruto que fue pulido por la NFL
(C)Getty Images
Josh Allen nació y creció en una granja dedicada al algodón cerca de Fresno, en California. Fundada por su abuelo paterno, esta granja fue el hogar de Allen durante toda su juventud, en la que jugó en el instituto local, Firebaugh High School. Allí, Josh Allen fue un destacado atleta que soñaba con jugar en la univerisdad de la que era fan, Fresno State.
Esta universidad, de la División I de la NCAA, se convirtió en una obsesión para toda la familia Allen. Por diversos cauces, la familia intentó convencer a miembros del equipo universitario de que le dieran la oportunidad a un quarterback que pese a que había jugado bien en Firebaugh, no era un prospect destacado de cara a su etapa colegial. Tim DeRuyter, entrenador de los Bulldogs de Fresno State en la época, decidió finalmente no darle una beca a Allen, que había asistido desde pequeño a los campus para quarterbacks organizados por la universidad.
No fue la única negativa que recibió Josh Allen en su camino a la universidad. Ningún equipo de la Division I de la NCAA le ofreció una beca al quarterback, que veía como se le cerraban las puertas de la NCAA antes incluso de comenzar. Solo San Diego State se animó a darle una oportunidad, pero como walk on, es decir, jugador no becado. Ante el hecho de que no le podían garantizar minutos de juego en esta universidad, Allen rechazó la propuesta.
Debido a la falta de oportunidades en la máxima categoría del College, Allen tuvo que labrarse el camino desde abajo. Gracias a un contacto de su primo, Josh Allen se marchó a Reedley College, un Junior College, que es como se denomina en Estados Unidos a las escuelas que normalmente hacen de enlace entre los high school y las universidades de División I. Los jugadores suelen acudir a estos college para mejorar sus notas y llegar a las exigencias de la NCAA o, como en el caso de Josh Allen, para lograr una oportunidad en college.
| Nombre | Joshua Patrick Allen |
| Posición | QB |
| Fecha de nacimiento | 21/05/1996 |
| Altura | 1,96 m |
| Peso | 108 kg |
En Reedley, Allen solo estuvo una temporada. El quarterback mostró su valía de inmediato en una categoría que se le quedaba claramente pequeña. Tras no ser titular en los tres primeros partidos, logró correr para cuatro touchdowns saliendo del banquillo en su cuarto encuentro y logró la tituaridad. En el resto de la temporada, lanzó para 25 touchdowns y una media de más de 450 yardas por partido gracias a sus grandes condiciones, que le convertían en un quarterback muy físico pero con capacidad para el pase.
Tras su gran temporada en Junior College, Josh Allen parecía preparado para dar el salto a una universidad de la Division I de la NCAA. Sin embargo, volvió a llevarse un nuevo revés. Allen escribió a todos los staffs de equipos de la NCAA en busca de una oportunidad, pero solo dos pequeñas universidades le ofrecieron una beca: Wyoming y Eastern Michigan. Tras visitar la universidad durante 2015, Allen se decidió por la humilde Wyoming para dar el salto a la máxima categoría colegial.
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En su primera campaña en los Cowboys, una lesión tras solo cuatro intentos de pase en su primera titularidad acabó con su temporada, lo que le obligó a esperar hasta 2016 para llevar a cabo su gran estreno.
En 2016, Allen tuvo un gran año en la universidad. Titular indiscutible, completó un gran año estadísticamente que, pese a que cometió bastante errores y aún se le consideraba 'verde' para jugar en la NFL, elevó su nombre en los mocks drafts y en las estimaciones de los expertos. Allen lanzó en la temporada para 28 touchdowns y 15 intercepciones.
Tras tres años a caballo entre Reddley y Wyoming, Josh Allen decidió presentarse al Draft al final de la temporada 2016. Sin embargo, justo antes del Deadline, retiró su candidatura y optó por quedarse un año más en la universidad. Eso se debió a la ansiedad que le creó la decisión tomada inicialmente y una conversación con su padre en la que entendieron que un año más en la NCAA ayudaría a los intereses de Allen como profesional.
Tras una temporada 2017 discreta, en la que Allen lanzó solo para 16 touchdowns y 6 intercepciones en 11 partidos, su nombre se convirtió en una de las grandes incógnitas de cara al Draft, Por condiciones físicas, Allen era uno de los quarterbacks más codiciados de la promoción, pero las dudas con su toma de decisiones y con la precisión de sus pases echaba para atrás a muchos otros.
En una clase del Draft en la que los quarterbacks eran absolutos protagonistas, Josh Allen era uno de los candidatos al 1 del Draft junto a nombres como Baker Mayfield, Sam Darnold, Josh Rosen o Lamar Jackson. Cada uno con muchos puntos a favor y en contra, la decisión de a qué quarterback elegirían los Cleveland Browns con la primera selección se convirtió en una de las más polarizantes de los últimos años.
Quién es Josh Allen: el quarterback titular de los Buffalo Bills
Getty
Tras muchos rumores y especulaciones, el equipo de Ohio se decidió por Baker Mayfield con el primer pick del Draft. Sam Darnold fue elegido en la segunda posición por los New York Jets, y Josh Allen cayó hasta el puesto número 7, donde fue elegido por lo Buffalo Bills, que subieron a este puesto tras un traspaso con los Tampa Bay Buccaneers.
La temporada rookie de Josh Allen no fue demasiado esperanzadora. Tras arrancar como suplente de Nathan Peterman, Allen tuvo que asumir el puesto de titular en el tercer cuarto del primer partido, ante los Baltimore Ravens. Tras una lamentable actuación de Peterman, Allen entró para completar el resultado final de 47-3 con el que perdieron los Bills.
En el resto de la campaña, Allen jugó 12 partidos en los que lanzó más intercepciones (12) que pases de touchdowns (10) y dejó bastantes dudas dentro de un equipo que acabó la temporada 6-10 en plena reconstrucción de su proyecto.
Con su segunda temporada, llegó la explosión en cuanto a números personales y en cuanto al poderío de sus Buffalo Bills. En la temporada 2019, el equipo de Buffalo mejoró hasta un récord de 10-6 y consiguió entrar en postemporada. Allen fue clave en la temporada de su equipo con 20 touchdowns y 9 intercepciones. Sin embargo, siguió dejando dudas por su cantidad de fumbles (14), que seguía hablando de un jugador aún con aspectos a pulir en su juego. Su capacidad física le empujaba a correr en muchas ocasiones en lugar de permanecer en el pocket, lo que le dio réditos (9 touchdowns de carrera) pero a cambio le trajo muchas pérdidas.
En postemporada, los Bills y Josh Allen dejaron escapar una ventaja de 16 puntos en el tercer cuarto para perder en la prórroga ante los Houston Texans. Así, acababa la primera aventura en playoffs de Josh Allen, que mejoró su rendimiento pero aún mostró carencias.
La temporada 2020 fue la de la absoluta explosión del quarterback salido de la universidad de Wyoming. Tras lanzar para más de 4500 yardas, 37 touchdowns (17 más que el año anterior) y solo 10 intercepciones y correr para 8 touchdowns, los Bills acabaron con un espectacular récord de 13-3 y Allen acabó segundo en la votación por el MVP tras Aaron Rodgers. Tanto los Bills como Josh Allen estaban ya ubicados en la azotea de la NFL, con muchas opciones de luchar por todos los objetivos posibles en la postemporada.
En oposición a lo ocurrido en la temporada anterior, en 2020 los Bills sí consiguieron avanzar en playoffs. De hecho, Allen y los suyos llegaron a la final de conferencia. Con un Josh Allen imperial (más de 300 yardas contra los Colts en wildcard y sin pérdidas contra los Baltimore Ravens), los Bills enfrentaron a los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, la bestia negra de Allen. El conjunto de Arrowhead consiguió el triunfo por 38-24 poniendo punto y final a la temporada de confirmación del quarterback de los Bills, que por fin había dejado atrás las dudas y había entrado en la élite de los jugadores de su posición.
Para 2021, las expectativas eran altas con Allen tras su temporada anterior, en la que casi consigue el MVP. En un equipo asentado en la parte alta de la liga como los Bills, Allen volvió a tener una gran temporada. 11 victorias de su equipo, récord de pases intentados (646) y completados (409), 36 touchdowns y 15 intercepciones. Números de superestrella que volvieron a llevar a los Bills a playoffs, donde en esta ocasión aspiraban a todo.
En ronda divisional, los Buffalo Bills ganaron 47-17 a los New England Patriots en el que es considerado como el partido 'ofensivamente perfecto' de la historia de los Playoffs: Los Bills anotaron touchdown en todas y cada una de sus posesiones en el partido hasta que en la última cerraron con una formación de victoria. Allen comandó a este ataque prodigioso con 5 pases de touchdown. En la final de conferencia volvían a esperar los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes.
En Arrowhead, Bills y Chiefs, Allen y Mahomes, protagonizaron uno de los mejores encuentros de postemporada de la historia. El quarterback de los Buffalo Bills consiguió lanzar cuatro pases de touchdown (todos para el receptor Gabe Davis) en medio de un auténtico tiroteo con Patrick Mahomes, en el que ambos llevaron a sus equipos a una prórroga en la que los Chiefs anotaron en su primera posesión y terminaron el partido sin que los Bills pudiese responder, un final que llevó a la NFL a un cambio de norma en los tiempos extra de playoffs.
Tras volver a caer ante su bestia negra en playoffs, los Buffalo Bills volvieron a la carga en 2022 con otra gran temporada de Josh Allen. Plenamente consagrado como uno de los mejores quarterbacks de la NFL, Allen volvió a estar a su nivel en otra temporada regular fantástica de los Bills, que acabaron con un récord de 13-3: más de 4200 yardas aéreas, 35 touchdowns y 14 intercepciones.
Después de ganar a los Miami Dolphins en la ronda divisional, Joe Burrow y los Cincinnati Bengals acabaron con las ilusiones de los Bills en un partido en el que el conjunto entrenado por Sean McDermott fue totalmente dominado y Allen no pudo levantar a su equipo. Una nueva derrota en playoffs que además abrió el debate de si los Buffalo Bills y Josh Allen estaban preparados para llegar a las últimas instancias de la liga.
Años después de su llegada a la NFL, Josh Allen es un quarterback consagrado. Con varias presencias importantes en playoffs y formando parte de uno de los equipos dominadores de la última época, el estilo de Allen, físico para correr y con un brazo capaz de lanzar con una fuerza prodigiosa, le ha llevado a lo más alto pese a las dudas sobre su durabilidad física (sus carreras y choques son constantes). Tras quedar prácticamente descartado en el paso a la universidad, Allen se ha convertido en un jugador de élite, por lo que superar adversidades no es algo nuevo para él. De él depende en gran parte que los Bills sean capaces de dar el salto que se les pide.
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