Barcelona, 5 dic (EFE).- El Espanyol fue eliminado de la Copa del Rey por el Atlético Baleares (1-0), un equipo de Segunda RFEF que desmontó al cuadro catalán y provocó la primera gran decepción de la temporada 2025-26, marcada por los buenos resultados y sensaciones.
Hasta ahora, el Espanyol vivía un momento muy dulce en el plano deportivo. En LaLiga, los pupilos de Manolo González son sextos en la clasificación. Se han habituado a estar en la zona europea de la tabla. Además, atesoran 24 puntos, situándose a 18 de los 42 que se fijan para la permanencia, el gran objetivo del equipo.
Caer en el torneo del KO supone, además, una oportunidad perdida para seguir gestionando los minutos de la plantilla. El cuerpo técnico es partidario de tener a todos sus futbolistas conectados y una segunda competición permitía alternar más la composición del once inicial. Ahora, LaLiga es su único escenario.
El partido contra el Atlético Baleares implicó también volver a fallar en dos cuestiones básicas para cualquier equipo. El Espanyol no vio puerta dos partidos después (ganó a Sevilla, 2-1, y a Celta, 0-1). Tampoco pudo irse con su portería a cero tras romper, contra el Celta, una racha de tres duelos encajando dianas.
El vestuario del Espanyol es contundente a la hora de resumir lo ocurrido. "La hemos cagado, era una eliminatoria para pasar por la dinámica en la que vinimos. No hemos hecho un partido acorde a la camiseta que llevamos. Es nuestra culpa y pedimos disculpas a la afición", afirmó a los medios el centrocampista Edu Expósito.
No hay lecturas positivas tras este batacazo en la Copa del Rey en un año en el que, por el momento del equipo en LaLiga, el torneo ilusionaba especialmente. El Espanyol asume que debe estar al máximo y no bajar la guardia si quiere mantener su dinámica de resultados ahora en LaLiga, el único frente abierto.
El partido contra el Rayo Vallecano de este domingo en el RCDE Stadium, a las 18:30 horas, adquiere una mayor relevancia para el equipo. Los jugadores del entrenador Manolo González, crítico con la actitud de los suyos, buscan cerrar el último partido del curso en casa con un triunfo que haga olvidar el traspiés de la Copa.