El viaje del Real Madrid a Grecia dejó uno de los partidos más emocionantes de toda la temporada de Champions League. Y, una vez más, Mbappé fue quien transformó el caos en control absoluto. Olympiacos golpeó primero por medio de Chiquinho, desatando la euforia en las gradas, las mismas que habían abucheado al francés con un “acento roto” durante el calentamiento. Pero el ambiente cambió por completo cuando la superestrella del Madrid respondió con una de las ráfagas goleadoras más letales de su carrera.
Empató en el minuto 22 con una definición fría tras quedar mano a mano con el portero. Dos minutos después, se elevó para cabecear un centro de Arda Güler. Y antes de llegar a la media hora ya había completado un hat-trick espectacular aprovechando un balón servido por encima de Eduardo Camavinga.
Mbappé no había dicho su última palabra. En el minuto 59 marcó su cuarto tanto, alcanzando los 22 goles en lo que va de temporada, con nueve en apenas cinco partidos de Champions. Fue su segundo hat-trick en esta edición y el quinto de su carrera en la competición, acercándolo cada vez más a superar a Raúl en la tabla histórica de goleadores. Olympiacos siguió insistiendo, pero Mbappé golpeó con más fuerza.
Tras el pitido final, el delantero aprovechó para devolver el gesto a los aficionados que lo habían provocado en el calentamiento, preparando el terreno para su reacción posterior al partido.
Mbappé fue consultado por los cánticos que le dedicó la afición del Olympiacos, y antes incluso de analizar el partido, decidió tomárselo con humor. En declaraciones a RMC Sport, comentó: “Sí, claro, durante el calentamiento. Intentaban hablar en francés, pero en un francés muy malo, ya sabes. El acento era terrible, pero bueno, así es esto. No me afectó; estaba concentrado en mi equipo, en ayudarlos y en nuestro rendimiento en el campo, además de la reacción del público”.
Luego llegó la inevitable pregunta sobre si el Real Madrid depende demasiado de él, algo que rechazó con firmeza. “Me parece absurdo”, respondió. “No quiero faltar al respeto, pero es la pregunta equivocada. Cada jugador tiene un rol en el equipo y el mío es marcar goles. ¿Cómo podría decir que sin mis compañeros no ganaríamos partidos? En todos los equipos hay futbolistas con funciones específicas, y la mía es anotar… Pero no pienso en dependencias ni cosas así. Ese es un debate para los periodistas o para la gente que está fuera del vestuario”.
Más allá del brillo individual, otra historia clave giró en torno a la relación de Mbappé con Xabi Alonso, un tema bajo intenso escrutinio tras recientes frustraciones y una racha de tres partidos sin ganar. El francés habló con franqueza: “Debemos decir la verdad: estamos muy cerca. La vida no siempre es fácil, y cuando cambias de proyecto o de entrenador, es normal que las cosas evolucionen. Pero no creo que todo lo que ha pasado fuera merecido… nosotros, los jugadores, tenemos que apoyarnos mutuamente, apoyar al entrenador, al cuerpo técnico… y mantenernos unidos”.
Mbappé también insistió en que el vestuario respalda plenamente a Alonso: “Se puede ver. Esta noche se vio que la gente estaba corriendo y con ganas… siempre hemos sido leales a él. Veníamos de una racha de tres partidos sin ganar, pero estamos aquí, fuera de casa, en la Champions… y estamos aquí para ganar”.
Las declaraciones del francés llaman la atención porque llegan en medio de informes que apuntan a una división interna. Según dichas versiones, seis jugadores —Vinicius, Valverde, Rodrygo, Brahim, Endrick y Mendy— estaban descontentos con el enfoque táctico de Alonso y con algunas sustituciones. Vinicius, señalado como el epicentro de la frustración, supuestamente sentía que su papel se había reducido tras perderse varias titularidades importantes y ser rotado más de lo esperado.
Mientras tanto, otras figuras clave —Mbappé, Courtois, Güler, Huijsen y Carreras— habrían cerrado filas en torno al técnico, conformando un segundo grupo que lo respalda tanto públicamente como puertas adentro.
Esta victoria rompe la racha de tres partidos sin ganar del Madrid y devuelve un impulso vital a su temporada. Con Mbappé reencontrándose con el gol, los Blancos ya enfocan su mirada en el duelo liguero del fin de semana ante el Girona, un choque clave en su intento por mantener el liderato. El vibrante encuentro contra el Olympiacos pudo haber comenzado entre burlas y tensión, pero terminó con Mbappé sonriendo, marcando y dejando claro que el Real Madrid sigue plenamente metido en la pelea en todos los frentes.