Deontay Wilder no piensa en la retirada: "Tengo como diez años más por delante, solo tengo 40 años, soy joven"

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El ex campeón mundial del peso pesado del WBC no piensa colgar los guantes. Deontay Wilder, que acaba de cumplir 40 años, asegura que todavía se siente con energía, motivación y margen suficiente para seguir compitiendo al más alto nivel.

“Tengo como diez años más por delante, solo tengo 40 años, soy joven”, afirmó Wilder en una entrevista concedida a BoxingScene, donde reflexionó sobre su carrera y sobre el peso que la edad tiene, o no, en el rendimiento de un boxeador.

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Deontay Wilder no piensa en la retirada: "Tengo como diez años más por delante, solo tengo 40 años, soy joven"

Mark Robinson/Matchroom Boxing

El estadounidense considera que el paso del tiempo solo es un límite cuando se acepta como tal. “La edad puede definirte solo si tú se lo permites”, explicó. “Si te mantienes activo, sigues moviéndote y sigues entrenando, da igual la edad que tengas, sigues siendo capaz de hacer muchas cosas”. Wilder recordó que se hizo profesional en 2008. Pensar en una década más de actividad supondría acercarse a los 30 años de carrera. Aun así, no ve ese escenario como algo desmedido.

El debate sobre la retirada surge de forma natural. Wilder ha acumulado una fortuna considerable a lo largo de su trayectoria, especialmente durante su etapa como campeón mundial. Sin embargo, no cree que la estabilidad económica sea un motivo suficiente para frenar ahora. “Es verdad que estar bien financieramente puede ser un factor para retirarte, pero ahora mismo estoy listo para seguir”, aseguró. “Es una buena sensación saber que ya no tienes que volver por necesidad. Eso significa que he hecho bien mi trabajo”.

El propio Wilder reconoció que el boxeo nunca fue un sueño de infancia. Su entrada en el deporte tuvo un motivo muy concreto y personal. “Esto no era mi sueño. Yo no sabía nada de boxeo. Entré en esto por mi hija”, explicó, en referencia a Naieya, nacida con espina bífida y que necesitaba atención médica costosa. Desde esa base, el excampeón considera que todavía tiene cosas pendientes. “He hecho lo que he hecho, pero aún queda trabajo por hacer. Me queda mucha vida”, afirmó.

Wilder también cree que la versión que está por llegar puede sorprender. “La gente quiere ver al Wilder de antes, pero tengo algo mejor para ellos. Confíen en mí”, lanzó. “Los 40 son una edad preciosa. Me siento genial, estoy activo. La edad es solo un número”. Su discurso se apoya mucho en el cuidado del cuerpo. Wilder insiste en la importancia de mantenerse en forma y de adaptar los hábitos con el paso de los años. “A medida que te haces mayor tienes que comer distinto y cambiar ciertas cosas”, explicó. “Tu cuerpo ya no funciona como cuando eres joven, así que deberías tener más conocimiento para cuidarlo mejor”.

El estadounidense combina entrenamientos de boxeo con natación y se apoya en información que encuentra en libros y redes sociales. “Presto atención a todo eso”, dijo. “Ahora mismo soy muy feliz, y no solo por la posibilidad de seguir peleando”. Ese bienestar actual contrasta con un inicio de año complicado. Wilder reconoció recientemente que atravesó momentos oscuros en su vida personal y que necesitó ayuda profesional para reenfocar su carrera.

“Estaba en un lugar muy loco mentalmente”, confesó. “Pero ya estoy de vuelta. Puedo respirar. Lo mental es lo que lo mueve todo. Si no estás bien de la cabeza, se acabó”. Wilder explicó que muchas personas no consiguen regresar cuando algo se rompe por dentro. “Algunos se esconden. Y cuando te escondes, has perdido en la vida”, reflexionó. “Puedes perder muchas batallas en tu carrera, pero no pierdas la guerra de tu vida”.

Con ese mensaje, Deontay Wilder se presenta como un boxeador que no solo piensa en el ring. A los 40 años, habla de longevidad, de salud mental y de un futuro que, al menos para él, todavía está lejos de cerrarse.

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