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Devin Haney vuelve a un escenario de máxima exigencia. El excampeón indiscutido, ahora en busca del título WBO del peso wélter, se mide este sábado a Brian Norman Jr. en la coestelar de la velada que encabezan David Benavidez y Anthony Yarde en Riad y que se verá en exclusiva en DAZN.
The Dream llega con un mensaje claro: todo pasa por sus manos. “Estoy feliz de estar aquí, es solo negocios. Es hora de trabajar. Voy a mostrar lo grande que soy”, afirmó a DAZN durante los entrenamientos públicos.
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The Ring
Haney, 32-0 (15 KO y 1 No Contest), afronta una noche decisiva. Necesita convencer, recuperar brillo y enviar un mensaje a la división. Él mismo lo reconoce. “Quiero volver a las listas libra por libra. Creo que es un buen boxeador y que sacará lo mejor de mí. Sentirá mi pegada, pero lo que me separa es mi habilidad y mi experiencia”. Su plan pasa por mostrar más recursos que en sus últimas actuaciones.
Norman, 28-0 (22 KO), llega en el mejor momento de su carrera, respaldado por un espectacular nocaut ante Jin Sasaki. El campeón WBO asegura que el reloj corre a su favor. “Cada vez estamos más cerca de la pelea y estoy más emocionado”, dijo. Su pegada y agresividad son la principal amenaza para Haney, que sabe que no puede limitarse a pelear a distancia.
Durante la semana, el estadounidense ha insistido en que esta vez enseñará algo distinto. “Voy a mostrar todo mi arsenal. Quiero demostrar que puedo boxear, pelear por dentro y que la experiencia importa”, explicó. El contexto también le obliga: forma parte del contrato de tres peleas con Riyadh Season, un acuerdo que implica asumir riesgos. Según el entorno de Norman, Haney no puede permitirse pasos en falso.
La presión es evidente incluso en su propio equipo. Bill Haney, padre y entrenador, lanzó una advertencia a los Norman: “Están en problemas. Van a ver un nivel diferente”. Sin embargo, su intervención dejó una sensación poco habitual: habló menos, con un semblante tenso. La importancia del combate es evidente. Una derrota contundente abriría nuevas grietas desde la caída ante Ryan García en abril de 2024.
Haney insiste en que no habrá medias tintas. “No tomo peleas de rodaje. Quiero demostrarme a mí mismo que puedo ser campeón otra vez y volver al trono”, afirmó. Su mensaje coincide con la idea de que, para convencer a los jueces y al público, no basta con velocidad y jabs: deberá plantar cara a un pegador que llega con hambre y confianza.
La coestelar genera más expectación que el propio evento principal. Estará Turki Alalshikh en primera fila. Y Haney lo sabe. “Quiero dar una gran actuación y convertirme en campeón otra vez”, repitió.