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Alonso, tras la sprint: "Somos el 8º equipo, séptimo es un regalo divino"

Motorsport

Fernando Alonso lleva dos años acostumbrando a la Fórmula 1 a lo imposible: cuando el coche no llega, él encuentra petróleo. Y en Lusail, en una sprint donde lo lógico era que el Aston Martin Racing se desinflara vuelta a vuelta, el asturiano volvió a cerrar una actuación de supervivencia que suma —y mucho— en una temporada donde cada punto es oro para el equipo de Silverstone.

Después de la clasificación "mágica" del viernes, donde colocó el AMR25 cuarto contra todo pronóstico, el guion estaba prácticamente escrito: ritmo pobre, degradación, y un retroceso inevitable sobre un trazado donde adelantar no es tan sencillo como parece. Aun así, Alonso se defendió con uñas, dientes y precisión quirúrgica hasta caer a una séptima posición que sabe a éxito. Dos puntos más —dos tesoros— para un Aston Martin que pelea por la zona baja del Mundial, actualmente noveno equipo en constructores.

"No teníamos ningún tipo de agarre delante"

El momento clave de la sprint llegó cuando Alonso se fue por la grava, una escena que encendió las alarmas. Sin embargo, el bicampeón restó dramatismo: "No lo sé, el coche se sentía igual después de pasar por la grava… No tenía ningún tipo de agarre en la parte delantera. Giré el volante como siempre, aceleré y me fui recto hacia la salida", explicó.

El español volvió a poner el foco en el gran problema que arrastra el AMR25 desde hace semanas: el subviraje crónico y una aerodinámica que no conecta en el eje delantero.

"Se nos gasta mucho el neumático delantero izquierdo. Nuestro coche siempre tiene estas desconexiones aerodinámicas en la parte delantera y tenemos mucho subviraje. Lo hemos vuelto a sufrir en carrera", lamentó.

A diferencia de Las Vegas o Brasil —donde Alonso reconoció que Aston Martin podía ser incluso "noveno coche"—, Qatar se adapta mejor al monoplaza gracias a sus curvas rápidas. Aun así, la foto real no cambia demasiado: Aston Martin sufre en tanda larga, con un ritmo muy por detrás de los rivales directos.

El adelantamiento final de Andrea Kimi Antonelli fue el resumen perfecto: un Mercedes claramente más rápido y un Alonso sin agarre delantero que no pudo defender la recta.

"Hubiésemos salido mejor o peor, creo que hubiésemos sido siempre séptimos. Yuki y Antonelli iban realmente mucho más rápido que nosotros. No nos merecíamos más: séptimo es un regalo divino", expresó el asturiano.

"Séptimo es diez posiciones mejor que lo normal"

El realismo de Alonso fue cristalino: "Simulaciones esta mañana nos daban octavo equipo… seguiremos estando en nuestra posición natural: 15º o 16º. Estar séptimo es diez posiciones mejor que lo normal".

Por eso, los dos puntos saben a gloria. Aston Martin no puede permitirse desaprovechar ni un botín. Y menos ahora, en plena lucha por la zona media-baja del Mundial, donde cada chispazo de Alonso dobla su valor. El bicampeón mira ya a la clasificación del sábado, donde vuelve a tener la oportunidad de hacer magia a una vuelta: "Hay que intentar esta tarde volver a hacer una buena crono, sabiendo que en carrera sufrimos más que a una vuelta".

La historia se repite: cuando el coche no llega, Alonso sí.

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