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Fabio Wardley firmó la victoria más importante de su carrera. El británico detuvo a Joseph Parker en el undécimo asalto tras ir por detrás en las tarjetas y se posicionó como aspirante oficial al título indiscutido del peso pesado que posee Oleksandr Usyk.
El combate, celebrado en el O2 Arena de Londres, se inclinó finalmente del lado del boxeador de Ipswich. Wardley, que había llegado al duelo como underdog, resistió el dominio técnico de Parker y encontró la oportunidad de cerrar el combate con una serie de golpes que forzaron la intervención del árbitro Howard Foster.
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Dos jueces tenían a Parker por delante y el tercero registraba empate. Wardley, fiel a su estilo agresivo, cambió la historia con su potencia. La victoria no solo le otorga un puesto entre la élite, sino también la posibilidad de enfrentarse a Usyk en 2026, en lo que sería el mayor desafío de su vida deportiva.Queensberry Promotions
“Ese ha sido el objetivo durante años”, declaró el británico. “Luchar contra uno de los mejores de todos los tiempos por todos los cinturones. No hay nada más que pueda pedir. Cuando ese día llegue, Usyk tendrá que trabajar duro para vencerme”.
Wardley, de 30 años, comenzó su carrera de forma tardía. Pasó del boxeo aficionado corporativo al profesionalismo sin una trayectoria amateur tradicional. En 2018 veía desde un pub cómo Anthony Joshua vencía a Parker. Siete años después, lo derrotó en el mismo escenario y lo hizo como favorito del público.
Su promotor, Frank Warren, confirmó tras la pelea que el siguiente paso será la negociación con el equipo de Usyk. “Está ordenado”, afirmó. “Habrá un periodo de negociación y, si no hay acuerdo, se irá a subasta. Pero creo que llegaremos a un entendimiento. El combate será en 2026, probablemente en marzo”.
Wardley no ocultó su entusiasmo por la idea. “Podría ser en Londres, en Arabia o en mi jardín. No me importa. Que Usyk traiga sus cinturones y le doy la dirección de Ipswich”, bromeó. “Luchar fuera, quizá en América, también me gustaría. Pero lo importante es que suceda”.
El británico recordó las dificultades de su camino hasta llegar a este punto. “He tenido muchos tropiezos: debut pospuesto, malos manejos, gente que decía que no llegaría lejos. Todo eso me hizo fuerte. Ahora estoy aquí. No me importa si voy perdiendo o si los jueces no me favorecen. Creo en mí”.
“Sabía que iba por detrás”, explicó. “Pero no me preocupaba. Entrené muy duro, estaba bien preparado. Sabía que si lo cazaba, podía mantener la presión. Tal vez el árbitro podría haberlo parado antes, pero lo importante es que logré hacerlo”.
Ambos boxeadores hicieron sacrificios personales. Parker renunció a ser padrino en la boda de su hermano en Nueva Zelanda. Wardley, en cambio, dejó a su recién nacida y a su pareja por primera vez desde el parto. “Ha sido duro”, reconoció. “Solo quiero volver con ellas y disfrutarlo”.